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martes, 24 de noviembre de 2009

Libertad enjaulada

¿Quién no ha sentido alguna vez estar enjaulado?

Pero no fisica, si no emocionalmente, las ataduras a nuestras costumbres, a lo que nos rodea, a las personas que forman parte de nuestra vida, hay tantas maneras de estar enjaulado emocionalmente, que en la mayoria de los casos no nos percatamos de ello, yo lo e estado, lo estoy, es muy frustrante estar así, ahora me siento preso, enjaulado en mi rutina, en mis vicios de hacer lo mismo y no atreverme a experimentar cosas nuevas, no atreverme a decir lo que de verdad siento y pienso por temor a que sucederá después.

En una ocasión en que me encontraba muy frustrado escribí lo que abajo se cita, creo que pude expresar mi manera de sentirme preso, enjaulado, se que voy a poder ser libre de nuevo y volar, aquí les dejo estos párrafos.

A veces las circunstancias de la vida y nuestras debilidades nos alejan de nuestra esencia, nuestra naturaleza y nuestra libertad, pero no libertad física, sino del alma, son tan cuestionables las torpezas que nos aterran y nos confrontan día a día, pedazo a pedazo que nos forman con escombros que arrebatan la unidad, la integridad que soliamos ser, tener en un gran momento que tomamos parte de la vida que nos rodea y nos transmite el paso a la existencia, somos pasos, somos aves, somos todo lo que un día fué, paso a grandeza, frases, angustia, fortaleza, integridad, furia y paz todo a la vez.

Que pena da cuando pasas por doquier de un lado a otro sin saber ¿a dónde vas?, ¿con quién? o ¿qué das?, las cosas se vuelven turba y se tornan turbias, nebulosas, se ha hecho trizas tu futuro, tu esencia como uno.

Basta pobre mancillado corazón, basta tonto y torpe poseidón, llegará el día del alumbramiento, de la nueva luz y el nuevo amanecer, el nuevo renacer en tu propia vida para ver de nueva cuenta tu esencia, tu ser. Basta de torpezas, basta de ilustraciones tontas y opulentas, solo somos bastos en esencia, en particulas sin tristeza, todos pasamos por un torbellino, un toldo de dolor para purificar y ver quien sos.

No olvides lo que eres, nunca dudes, sigue sin temor lo que vive en tu interior, esa fuerza que sin dios no podrias afrontar sin dolor. Arde el fuego y las cenizas vuelan en el aire, todo lo que pudo ser pasante, se tritura en un instante, ese dolor, esa angustia, esa nube se eleva, se disipa, se esfuma, simplemente se va, vuela y te deja en libertad.

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