La iportancia de la soledad

De un día a otro podemos encotrarnos derrepente solos contra la vida y nosotros mismos, es impactante como un momento de soledad nos puede dar muchisimos pensamientos y estancias de sabiduría, ¿cómo es esto? muy fácil, solo basta estar solo para darte cuenta de cuanto nos hace falta escucharnos, de un momento a otor nuestros pensamientos nos atiborran y llenan de cuestionamientos, impulsos, sueños, regaños, tentaciones y más.

Es un momento mágico al que se le debe dar y que tener mucho respeto, porque es tan sutil que puede esfumarse en un instante o quedarse ahí por mucho tiempo. Nos permite percatarnos de lo que de verdad queremos en la vida, nos da la claridad para ver y aceptar las cosas que no queremos ver o aceptar por nuestra tonta necedad o mala costumbre a no hacer caso a lo que nuestra voz interna nos quiere decir y por más que nos lo grita la ignoramos, hasta ese momento en el que no tenemos escapatoria y nos acorrala de tal manera que en ocasiones nos asusta tan solo pensar que vamos a tener un momento de soledad porque sabemos lo que nos espera con nosotros mismos al entrar en ese estado tan puro con el alma.

Entre las palabras se escapa un aliento de vida, de sollozo, de verdad y de mentira, cada vez que vemos la verdad frente a nosotros. Nos da miedo verla frente a frente; porque no somos capaces en ocasiones de afrontarla, mucho menos de aceptarla. Que pena da, el ver las cosas que en menos de unos días o semanas, se nos va lo que creimos era nuestro camino, nuestra verdad y certeza, todo se nos va de las manos, como agua, polvo y se vuelve en nada lo que una vez pensamos, era lo que siempre tendriamos.

Somos bastos en esencia pero... ¿en seguridad? ¿qué tan bastos somos? no lo se, lo que si se, es que solo es un descalabro lo que nos turba. Después de la tempestad regresará la calma, la luz que nos va a iluminar el camino de nueva cuenta, porque no estamos solos en este camino de vida, siempre tenemos que hacer y donde pasar de cero a mil, o a la inversa.